Presidente de la República designa a ex alumno, abogado aymara e investigador de la UTA como integrante del nuevo Consejo del INDH

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Juan Carlos Cayo ex alumno de la carrera de Derecho de la UTA, actualmente trabaja junto a académicos de la Facultad de Educación y Humanidades en proyectos relacionados al mercado del agua en las cuencas de Azapa y Lluta.

Nacido en Arica, estudió Derecho en la Universidad de Tarapacá para luego realizar su máster en Derecho Constitucional. Candidato a Doctor en Derecho en la Universidad de Sevilla, España, fue un activo participante durante el proceso constituyente como asesor de la convencional Isabel Godoy. Miembro del pueblo aymara, Juan Carlos Cayo Rivera, es hoy el nuevo integrante del Consejo del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) designado hace unos meses por el Presidente de la República, Gabriel Boric Font.

El nuevo Consejo del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), es el organismo encargado de tomar las decisiones institucionales más relevantes. Este Consejo está integrado por 11 personas de reconocida trayectoria en el ámbito de los derechos humanos que son nombradas por un período de seis años.

Ante su nominación para integrar esta nuevo Consejo, Juan Carlos Cayo expresó que “es muy importante participar de estos espacios institucionales de promoción y de fortalecimiento, en materias tan importantes como son los derechos humanos. Me siento honrado que el Presidente de la República me considerara, primero de manera individual y en segundo lugar, como una persona que viene de regiones, del norte de nuestro país”.  

“Espero aportar desde mi experiencia y mi conocimiento en la materia, a la promoción, al resguardo del derecho a vivir una vida individual y colectiva en derechos humanos, esto último es quizá el desafío más complejo que nos toca como como sociedad en el siglo XXI”, destacó Juan Carlos Cayo.

Respecto al rol que desempeñará como integrante de este nuevo organismo, señaló que “además de las funciones que por ley se le entregan tanto al Consejo en particular, tengo la intención de promover un fuerte trabajo territorial, Santiago no es Chile, lo componen sus regiones, sus territorios y los pueblos que habitan en él. Además, me gustaría enfocar mi trabajo hacia la educación en derechos humanos. Eso significa poner el acento desde una perspectiva mucho más emancipadora, por lo tanto, la educación y la promoción tienen un rol fundamental. Esto tiene que ver cómo comprendemos los derechos humanos más allá de una cuestión meramente normativa. Vivir en una sociedad con principios de derechos humanos significa ser una sociedad mucho más democrática, mucho más abierta, que esté pendiente de la diversidad, de las complejidades de su entorno, de la naturaleza y que es capaz de convivir, coexistir y de relacionarse con distintos grupos desde lo intercultural, desde lo políticamente diverso y que es capaz de comprender las complejidades de la sociedad y del contexto político actual, por lo tanto, de auto reconocerse, no como unívoca sino que, en una donde cabemos todas y todos con nuestras diferencias y particularidades”, indicó.

METAS Y DESAFÍOS

En este nuevo escenario para Juan Carlos Cayo, este nuevo desafío conlleva a “nuevas metas y desafíos, en lo personal y en lo profesional. En cuanto a lo personal, tiene que ver con conciliar los tiempos, y una buena salud familiar, así como me enseñará un profesor de Sevilla, no sacamos nada con defender a las comunidades, si es que no partimos por la comunidad de la casa. En lo profesional y académico, es conciliar mi trabajo con comunidades indígenas que llevo desarrollando hace muchos años, traspasando esa experiencia y conocimiento, sobre una nueva mirada acerca de la comprensión compleja, de lo que son los derechos humanos desde una visión e interpretación intercultural.

COMUNIDADES INDÍGENAS

Juan Carlos Cayo Rivera se ha desempeñado como docente y asesor jurídico en la Asociación Ganadera Indígena Aymara de Copaquire y en la Comunidad Indígena Atacameña de Caspana, representante de la Comunidad Indígena Aymara de Chusmiza-Usmagama, coordinador de la unidad jurídica del Consejo de Pueblos Atacameños, encargado del área jurídica de la Comunidad Indígena Atacameña de Solor, de Coyo, Cucuter, Peine, Chiu-Chiu, comunidades y asociaciones indígenas de San Pedro de Atacama, Toconte, y Quillagua, entre otros cargos y comunidades.

Cuenta con una vasta experiencia de presentaciones en congresos, seminarios y conferencias, destacando la línea de derechos humanos, cambio climático y pueblos indígenas, junto con la publicación de importantes artículos en revistas científicas de Ecuador y España.

En este marco, Juan Carlos conversó sobre su línea de trabajo enfocada en las comunidades indígenas: “Este es un trabajo que llevo desarrollando desde el año 2013, con comunidades atacameñas y aymaras, tanto en las regiones de Antofagasta, de Tarapacá; y de Arica y Parinacota. En la medida que los conflictos se iban complejizando era necesario ir mejorando mis conocimientos en diferentes áreas, desde ahí comencé a profundizar mi conocimiento jurídico y acerca de esta materia”.

“Los procesos de litigación en diversas materias (derecho de los pueblos indígenas, aguas, medio ambiente, etc.), me fueron demostrando que en la práctica el problema era de fondo, es evidente que siempre se puede correr el cerco con las sentencias judiciales, pero el límite del ordenamiento mismo y los principios constitucionales son el marco de discusión y aplicación de los tratados internacionales. Una prueba de ello, es la relación del Estado de Chile con los pueblos indígenas que habitan en él, el proceso paulatino y a veces zigzagueante de reconocimiento de derechos individuales y colectivos. En ese punto decidí seguir adelante con mi proceso formativo en materia de derecho constitucional y comencé a realizar mi postgrado en España, comprendiendo que era necesario avanzar hacia un cambio estructural que fuera capaz que modificar desde la matriz, la forma en cómo concebimos la forma del Estado”, señaló Juan Carlos Cayo.

INVESTIGACIÓN EN LA UTA

Juan Carlos Cayo ingresó a la UTA a estudiar Derecho el año 2004 y egresó técnicamente en enero del 2009, aprobando su examen de grado el 25 de noviembre de 2010. Actualmente, se encuentra trabajando junto a los profesores de la Facultad de Educación y Humanidades de la Universidad de Tarapacá, Dr. Manuel Prieto y Dr. Oliver Meseguer, en proyectos de investigación relacionados a la revisión del mercado del agua en las cuencas de Azapa y Lluta, combinándolo con la variable de la crisis climática, recopilando datos y participando, además, en el análisis respecto de la información que se está generando: “Dada mi experiencia en materia de derecho de aguas, derecho ambiental y derechos de los pueblos indígenas. Desde ahí puedo aportar como personal técnico experto”.  

Agregó que “esto para mí es muy importante, dado mi trabajo investigativo como doctorando en Derecho de la Universidad de Sevilla, ya que mi tema investigación está centrado en la revisión de la idea del territorio del Estado chileno y la interacción con los territorios indígena, comparando los casos del pueblo atacameño y del pueblo aymara”, aseveró Juan Carlos Cayo.

Finalmente y ante este importante nombramiento, Juan Carlos Cayo, se refirió a las felicitaciones emanadas desde la Universidad de Tarapacá: “Feliz la verdad de que la Universidad sienta orgullo por mi nominación al Consejo del INDH, y también creo que plantea un desafío para la comunidad universitaria en general, de intentar ser un aporte, para la ciudad, los pueblos, la región y también para el país. Es importante hacer universidad, como me enseñara mi profesor de Derecho Romano, Iván Barrientos, unión en la diversidad y más importante aún, hacer universidad en regiones, porque te proyecta con un sello local. Esto último es fundamental, porque aparte de los conocimientos jurídicos propios del grado académico, también te enseña un cariño especial por la Institución, por la tierra en la que naciste y también las ganas de querer volver a trabajar por tu ciudad, por tu tierra, por los territorios y las personas que habitan en él”.

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