La inclusión social, en todos los ámbitos de la sociedad, es uno de los temas centrales de la asignatura Diversidad y Derechos Humanos impartida en la carrera de Psicología de la Escuela de Psicología y Filosofía de la Universidad de Tarapacá, por el académico Iván Godoy Flores, doctorando en la Universidad de São Paulo (USP). Precisamente, integrantes de esta comunidad universitaria brasilera participaron en la asignatura a modo de colaboración académica, como una valiosa instancia para compartir con alumnas y alumnos de esta asignatura de formación.

En esta oportunidad, la psicóloga Sandra Ramos Braz del programa de Postgrado del Instituto de Psicología de la USP, integrante activa de la Comisión Metropolitana del Consejo Regional de Psicología de São Paulo, participó esta semana del conversatorio titulado “¿Qué significa ser negro en Brasil?: Inclusiones y Exclusiones”, dirigido a los estudiantes de la asignatura de Diversidad y Derechos Humanos.
Sandra Ramos, quien colabora en el Núcleo de Psicología y Movimientos Sociales, realizó un interesante recorrido por la historia del “sujeto esclavizado” en Brasil. Y reconoció las similitudes de las luchas contra la invisibilidad del negro en las sociedades tanto de Brasil como de Chile. En Chile la ley 21.151, que otorga el reconocimiento legal al pueblo tribal afrodescendiente chileno, fue promulgada recién en 2019 gracias al esfuerzo de la comunidad afrodescendiente de Arica.
Integrante del Grupo de Estudio y Pesquisa en Psicología Política, Políticas Públicas y Multiculturalismo (GEPSIPOLIM/USP), Sandra Braz defendió la lucha por las “cuotas raciales” para el ingreso a las universidades públicas como “políticas de afirmación”, un esfuerzo de reparación histórica a favor de los negros y negras de Brasil para garantizar sus derechos fundamentales. También destacó la precariedad social, en contexto de pandemia, en la que vive mayoritariamente la población negra brasilera que, según el Instituto Brasilero de Geografía y Estadística, conforman el 55,8% de la población brasilera. Pero que, sin embargo, no participa proporcionalmente de las decisiones de gestión pública ni de las transferencias socioeconómicas del Estado en ámbitos como la salud, educación, servicios básicos que los calificó como “chatarrizado”. “El negro en Brasil asume un trabajo precarizado y mal remunerado”, agregó.
Desde la perspectiva de la psicología política, se refirió a los procesos de afectos (relación yo-otro) – que engloban la economía, la política y la psicología entre otras ciencias sociales – como lugares de intercambio y reconocimiento constante en un proceso dialéctico. Los procesos de afectos proporcionan al mismo tiempo resultados de inclusión y exclusión social y económica. Estos afectos son productores de actitudes de aceptación (amor) pero también de odio (y miedo). Entonces, acrecienta, “el sujeto nace en esa relación social, y en los procesos de subjetivación buscará la aceptación y en los de objetividad, la materialización”. De ahí, la importancia de construir socialmente ambientes favorables para el desarrollo y la cohesión”, dice.
Finalmente, Sandra Braz, recordando a su profesor Dr. Zeca (USP), expresó que la “la sabiduría es un patrimonio de la humanidad”. Por ello relevó el legado cultural afrodescendiente como una importante “herencia negra” representada en la religión (Umbanda y Candomblé), la capoeira (Patrimonio Cultural de la Humanidad), la música, la comida (Feijoada, Vatapá, Acarajé, entre otras), el idioma, el arte y las demás expresiones culturales proveniente de África.
La cooperación académica continuará en las próximas semanas con nuevos invitados de la Universidad de São Paulo y de otras instituciones que abordarán nuevas temáticas.