Estos últimos meses Chile ha sufrido una crisis sanitaria, que ha tenido consecuencias importantes en cambios de hábitos de vida y de trabajo. Esta realidad nos debe llevar a reflexionar sobre nuestra sociedad y el futuro de nuestra patria.
Recientemente los rectores Ignacio Sánchez (Universidad Católica de Chile) y Ennio Vivaldi (Universidad de Chile) plantearon un gran desafío en su artículo “Tenemos que hablar de Chile” (El Mercurio, 15 de mayo). Constatan la existencia de una crisis político-social, manifestando la necesidad de que las universidades y otras instituciones de la sociedad civil adquieran un compromiso en la construcción de la sociedad chilena, sobre la base de la cohesión y el diálogo.
La pandemia del coronavirus ha golpeado fuertemente al mundo entero, con una lamentable secuela de muertes, crisis sanitaria y una emergencia económica cuyas consecuencias más graves todavía no vemos completamente. Frente a ello, podemos echarnos a morir y lamentar el momento histórico que nos ha tocado vivir. Sin embargo, existe una alternativa mejor: levantarnos y salir adelante, a pesar de las dificultades objetivas que enfrentamos y que nos acompañarán por algún tiempo. Esta actitud nos permitirá transformar la difícil situación actual en una oportunidad para contribuir a un futuro mejor.
Hablar de Chile, pensar en nuestro país y trabajar por él significa asumir un compromiso. Sabemos que todos queremos lo mejor, pero es necesario pensar desde nuestras diversidades: social, cultural, de profesiones y oficios, de historias y proyectos. En nuestro caso, con la contribución desde las regiones y especialmente desde una zona extrema. Tenemos que hablar de Chile, de todo Chile, para construir un país mejor.
Dr. Emilio Rodríguez Ponce
Rector
Universidad de Tarapacá