Conocimiento 2030: Finaliza la primera etapa del proyecto colaborativo UTA-UC que busca transformar las Humanidades, Artes y Ciencia Sociales

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Esta iniciativa tuvo como resultado un plan estratégico que busca ser reconocido como un modelo de excelencia en educación superior, investigación y creación artística, vinculando la docencia con las comunidades locales, regionales y globales.

En la Galería de Arte del Centro de Extensión Alameda de la Pontificia Universidad Católica de Chile (UC) se llevó a cabo el hito de cierre del proyecto Jayma, financiado por el programa Conocimiento 2030 de ANID, en un acto que fue presidido por la vicerrectora de Desarrollo Estratégico de la Universidad de Tarapacá (UTA) y directora del proyecto, Dra. Jenniffer Peralta Montecinos. 

Jayma, que en aymara significa «trabajo colectivo en beneficio de la comunidad», inició con un diagnóstico en el que participaron cuatro facultades de la UTA, y ocho facultades y el College de la UC, en el que se revisó el estado de los modelos formativos, investigación y vinculación con el medio de las Humanidades, Artes y Ciencias Sociales (HACS), identificando las capacidades que tienen estas disciplinas para crear soluciones con un enfoque en el bienestar comunitario local y global.

“Hemos recorrido y avanzado profundamente con Jayma. La alianza UTA – UC que nos ha permitido identificar capacidades para seguir contribuyendo desde las HACS. Esperamos que esta alianza siga siendo virtuosa, que nos permita transformar el quehacer académico de las instituciones en sinergia, pero sobre todo en relación al impacto que queremos generar desde las HACS con innovaciones sociales y también desde aquellas miradas que nos permiten valorar nuestras esencias, de lo que hacemos en términos de calidad, pertinencia y equidad en formación, en investigación y creación en las artes y el patrimonio, considerando la sostenibilidad socioambiental”, expuso la Dra. Peralta.

En relación a este trabajo, el decano de la Facultad de Letras de la UC y subdirector del proyecto, Dr. Patricio Lizama Améstica, destacó que “conocerse, y particularmente complementarse, ha sido muy relevante. Somos universidades con trayectorias, historias y facultades distintas, pero nos hemos podido complementar muy bien y al final hemos advertido una convergencia en lo que son propiamente las tareas universitarias”. 

Esta convergencia se dio en la forma de un plan estratégico, con miras hacia el 2030, en el que se busca que este trabajo sea reconocido como un modelo de excelencia en educación superior, investigación y creación en HACS, sustentado en los pilares de la equidad, el bienestar comunitario y la calidad.

Entre las iniciativas claves destacadas en el plan estratégico se encuentran: El desarrollo de competencias en innovación y habilidades del siglo XXI; la flexibilidad curricular y la movilidad estudiantil; la incorporación responsable de tecnologías emergentes en los procesos educativos; la promoción del liderazgo de mujeres y pueblos originarios en las disciplinas HACS; y la puesta en valor de archivos y colecciones patrimoniales para su uso en proyectos que beneficien a la comunidad.

La decana de la Facultad de Ciencias Sociales de la UTA, Dra. Marietta Ortega  Perrier, valoró la oportunidad de inspirarse y recordar cuál es la base de las artes, las humanidades y las ciencias sociales: “Es muy importante y yo creo que lo hemos logrado, ha permeado estas reuniones, conversaciones y reflexiones conjuntas, en un ambiente de mucha armonía y horizontalidad”.

“En regiones tan extremas como la nuestra o Magallanes, el centro parece muy lejano. La producción de artes y humanidades, sobre todo artes visuales, teatrales, danza o música, están más relacionadas con la historia local, pero aquello que necesita de más infraestructura, de más escuela y formación, requiere mucho, mucho apoyo”, ahondó. 

El próximo paso de Jayma será participar en la segunda etapa concursable del programa Conocimiento 2030 y así dar inicio a la implementación de su plan estratégico. Esto incluirá desarrollar proyectos específicos, fortalecer la colaboración interinstitucional y desarrollar mecanismos de medición y evaluación para garantizar que sus acciones contribuyan al bienestar social, cultural y ambiental.

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