Más de 140 personas respondieron a la invitación del Centro Nansen Para la Paz y el Diálogo, participando en siete talleres en colaboración con el Ministerio de Educación, la Universidad Santiago de Chile, INACAP Santiago, Cecrea La Ligua y la Universidad de Tarapacá en Arica. Durante dos días, los y las participantes experimentaron distintas herramientas que promueven espacios más dialogantes, para luego utilizarlas en sus entornos laborales, sociales y comunitarios.
“El diálogo es un camino para valientes, porque hay que atreverse a escuchar lo incómodo, porque uno no sabe lo que el otro siente o ha vivido desde su lado del conflicto. Escuchar no es fácil, porque tampoco es lo mismo que aceptar o perdonar. Algunas cosas son muy complejas y toman tiempo, pero todos podemos aprender a cuidar la esperanza, mantener abiertos los caminos y seguir conversando”, destacó Alfredo Zamudio, director de la misión en Chile del Centro Nansen.
Para Judy Valenzuela, secretaria de Dirección del Cesfam Raúl Sánchez de La Ligua, el diálogo es “comprender y escuchar al otro, sin prejuicios ni restricciones, es confianza, donde podemos construir relaciones que nos lleven a resolver las diferencias en pos del bien común”.
Mientras que para Anghel Brito, mujer afroariqueña, “el diálogo es un proceso que sin tener un objetivo específico, requiere de conocernos en lo humano, y poco a poco reconocernos en el otro, aún pensando diferente. Al lograr esto se construyen confianzas y desde la humildad podemos llegar a consensos”.
¿Qué rescatas del taller?
“Este taller nos ha enseñado a construir relaciones en base al diálogo, entregándonos una nueva visión para tratar de entender a nuestros semejantes, no solo desde los hechos, sino que también reconociendo sus emociones, necesidades y esperanzas; visualizando a otro como un igual, reconociendo su condición humana, podemos avanzar hacia una memoria común”, comentó Gonzalo Donoso Traverso, director de Agenda de Formación Técnico Profesional de INACAP.
“Del taller, me quedo con la tarea de poder incorporar los aprendizajes, tanto a mi vida como en el área laboral, que es generar más espacios seguros de encuentro que permitan acoger la diversidad y se pueda respetar el ritmo y proceso que cada uno tiene, para abrirnos a transformar aquello que nos mantiene en desacuerdo, en pos de la creación a largo plazo de ese futuro compartido que nos una”, dijo Ana Valdebenito, psicóloga Comunitaria del Instituto Nacional.
“Valoro del taller la diversidad en historias, edades, profesiones y trabajo de quienes participaron. Nos pudimos encontrar y dialogar desde lo que somos como personas y no tanto desde los títulos o lugares de trabajo”, rescató José Tomás Vicuña, socio de Tercer Factor.
Los siete talleres de noviembre contaron con participantes provenientes del sector público, privado, académico, estudiantil y social. Más de 1.500 personas se han capacitado junto al Centro Nansen para la Paz y el Diálogo, de Noruega, quienes continuarán sus actividades en Chile hasta el 2025.
“Estamos muy contentos de que tantas personas hayan aprendido esta herramienta y que les sea útil en su diario vivir. Nuestro país necesita el reencuentro por la vía del diálogo”, finalizó Alfredo Zamudio.
