
Con la participación de autoridades universitarias, directivos escolares, docentes y estudiantes en práctica, el Centro de Prácticas Pedagógicas(CPP) de la FEH-FACI de la Universidad de Tarapacá realizó el cierre de la primera fase del proyecto “Redes de Formación Docente Territorial: Innovación, Prácticas Pedagógicas y Vinculación”, iniciativa desarrollada en el marco del convenio entre la UTA y el Servicio Local de Educación Pública (SLEP), orientada a fortalecer la formación inicial docente desde una perspectiva situada y territorial.
La directora del proyecto y coordinadora general del CPP, Dra. Inelia Villalobos Iturriaga, destacó que “esta primera fase ha permitido consolidar una red de colaboración genuina entre la universidad y las escuelas del territorio, situando la práctica pedagógica como un espacio clave para la construcción de la identidad profesional docente y para el fortalecimiento de la educación pública regional”.

Asimismo, Villalobos enfatizó que el desafío de las próximas etapas será ampliar la red, profundizando el trabajo colaborativo, la reflexión pedagógica y la vinculación bidireccional con el medio.
La jornada permitió visibilizar los principales avances del proyecto, así como relevar las experiencias formativas vividas en los establecimientos educacionales que forman parte de la red, donde se destacó el rol de la Escuela Tucapel como establecimiento piloto y primer Centro de Práctica en el marco de la Red de Formación Docente de la región.
El equipo directivo del establecimiento, conformado por el director Raúl Huentencura y el jefe de Unidad Técnico Pedagógica Carlos Tello, valoró el impacto del proyecto en el fortalecimiento de la vinculación entre universidad y escuela, así como su contribución a motivar y sostener la vocación docente en las nuevas generaciones: “La práctica es el eje que forma al profesor. Esta articulación con la universidad nos permite acompañar de mejor manera a los futuros docentes y aportar a la educación pública desde el territorio”.

Desde la mirada de las profesoras colaboradoras, uno de los aspectos más valorados ha sido la actualización de los lineamientos institucionales y de las pautas de evaluación utilizadas en los procesos de práctica. Al respecto, la profesora colaboradora Claudia Clery señaló que “los nuevos instrumentos nos permiten observar de manera más objetiva el desempeño de las estudiantes en práctica, evaluando lo que realmente vemos en el aula y fortaleciendo el acompañamiento formativo”.
En esta misma línea, la profesora Lady Durán destacó el impacto del portafolio docente como herramienta formativa temprana: “Este trabajo prepara a los estudiantes para enfrentar un portafolio profesional real. Es una experiencia muy valiosa, incluso más exigente que la que tuvimos en nuestra propia formación inicial”.
Asimismo, la estudiante en práctica profesional I, Rafaela Apablaza, señaló que “las instancias de retroalimentación después de cada clase permiten reflexionar sobre lo realizado, resolver dudas y mejorar continuamente. La documentación se transforma en una herramienta de aprendizaje sistemático”.
Por otro lado, Natalia Ramírez, también estudiante en práctica, indicó que “la práctica profesional ha sido desafiante, pero el apoyo de las profesoras y las orientaciones recibidas me han ayudado a superar inseguridades y a fortalecer mi desempeño en el aula”.
