Para nunca más fallarle a la infancia dolida, postergada y, a veces, solitaria, se firmó un convenio de colaboración entre la Universidad de Tarapacá y el Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia; consistente en el apoyo en reforzamiento, nivelación y protección en al área educacional, contribuyendo a una mirada más esperanzadora respecto a las vidas de quienes recibirán en forma directa este beneficio.
Las firmas del Rector (s) de la Universidad de Tarapacá, Dr. Alfonso Díaz Aguady la directora regional del Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia, Elizabeth Salinas Robles, dieron el vamos a este convenio marco, en que los estudiantes de las carreras de educación: Parvularia, Básica, Diferencial y Educación Física van a poder realizar sus prácticas con los menores más vulnerados de la ciudad de Arica, que están en protección del Estado. Trabajarán con seis residencias familiares, que cuentan con integrantes de diversas edades y con menores de programas ambulatorios, pertenecientes al Servicio de Mejor Niñez, dependientes del Ministerio de Desarrollo Social.
El Rector (s) de la Universidad, Dr. Alfonso Díaz Aguad, señaló que “gracias a este convenio, estudiantes de cuatro carreras van a poder realizar sus prácticas, contribuyendo a la sociedad, mediante el mejoramiento de la educación de niños, niñas y adolescentes de nuestra región”.
“Para nuestro servicio es muy significativo ser parte de este convenio de colaboración, que nos permite reforzar las redes de trabajo en el ámbito público, parte fundamental de las herramientas intersectoriales que contribuyen a potenciar las acciones de los equipos que se encuentran vinculados a la atención de niños, niñas y adolescentes bajo la protección del Estado”, planteó la directora regional de Mejor Niñez, Elizabeth Salinas.
ESTUDIANTES FELICES
Algunas estudiantes de Educación Parvularia, que participarán en estas prácticas, se mostraron emocionadas por esta oportunidad.
Sandra Hidalgo, egresada, dijo que es muy significativo porque “si realmente queremos trabajar con los niños, preocuparnos de su bienestar y felicidad, lo mejor es partir por las residencias, que es donde más se necesita apoyo en la parte emocional, social y educativa”.
Marilyn Beltrán de tercer año, gracias a un proyecto denominado “Yo Sí”, conoció la realidad de las residencias y ahora ser parte de este convenio “me llena de alegría y con más fuerzas de seguir con este proyecto y que los niños nunca más vuelvan a ser vulnerados y reciban contención y amor que como educadoras podamos darle”.
Rosmery Álvarez de cuarto año, finalizó expresando que “me embarga la tristeza ver niños dañados, por ello participar en esta oportunidad en que podremos ayudarlos para que se puedan desarrollar de la manera más integral posible, a pesar de todo lo que han pasado, me hace feliz por ser un aporte para el cambio”.
