UTA cumplió 40 años de aporte a la región

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Ceremonia contó con la presencia de la comunidad universitaria, autoridades regionales, universitarias e invitados especiales.

Un 11 de diciembre de 1981 se oficializó el DFL 150, que dio existencia a la Universidad de Tarapacá. Desde ahí a la fecha, como en todas las vidas, ha habido altos y bajos en esta Institución de educación superior, heredera de tradiciones doctrinarias y corporativas, surgidas décadas anteriores de las Universidades de Chile y Católica del Norte.

En el Gimnasio Mayor UTA, se dieron cita alrededor de 270 invitados, para atesorar un momento distinto a muchos otros aniversarios, guardando las medidas sanitarias, recibiendo mascarillas con el logo institucional y ocupando las sillas blancas con lazos azules, dispuestas en este edificio con bellos arcos en el armado superior.

El Rector de la Universidad de Tarapacá, Dr. Emilio Rodríguez Ponce, dio a conocer la trayectoria de estos 40 años que partieron con dificultades, pues los aportes fiscales directos decrecieron a la mitad, generando inestabilidad y desequilibrio estructural. Años complicados en su inicio, que la Universidad superó con aprendizajes relevantes. La austeridad fue clave para optimizar los escasos recursos de ese tiempo, e implicó un trabajo individual y colectivo, con un gran compromiso humano. Hubo reestructuraciones y luego un despegue sustentado en el crecimiento de los necesarios aportes fiscales y fondos concursables.

Asimismo, manifestó que los nuevos tiempos que emergieron el año 2002 contemplaban alrededor de 5 mil alumnos, una decena de proyectos de investigación en ejecución y una docena de artículos publicados por año. En la actualidad los números indican 10.250 estudiantes, 50 proyectos de investigación en ejecución y alrededor de 600 publicaciones anuales y más del 80 por ciento de su planta académica con postgrado Magísteres y Doctorados.

Los números solo han sido posibles gracias a los mayores niveles de descentralización y delegación de funciones en las facultades, pasos reales en la carrera académica y apostar por las personas como base del desarrollo universitario.

Respecto a este vínculo indisoluble entre el bienestar de las personas y la institución, el Rector indicó que “la Universidad es una comunidad que tiene una mirada unitaria de lo que es el bien común y sobre esa base trabajamos y luego vienen los resultados”.

También destacó el apoyo del Gobierno Regional y del Consejo Regional por el compromiso territorial, en la materialización de la carrera de Medicina y el nuevo museo de la Cultura Chinchorro. Y en cuanto a la investigación científica, indicó que va a tener mucha mayor relevancia, cuando se transite a la aplicación en el territorio.

En temas de vinculación con el medio enfatizó que “siempre vamos a estar al debe, porque las necesidades son mucho mayores que las posibilidades que tenemos, sin embargo, creo que fortalecer la cultura, el desarrollo territorial, vincularnos sistemáticamente con el entorno, no solo es necesario, sino que es una obligación de una institución del Estado”.

Ser rector y celebrar este aniversario número 40 para el Dr. Emilio Rodríguez es un motivo de emoción y orgullo, pues al estudiar su pregrado y ser parte de todo un proceso vital de una institución “es un privilegio que muy pocas personas tienen en la vida y, en consecuencia, estoy feliz con esta oportunidad, que se traduce a un esfuerzo sistemático por tratar de avanzar desde la dirección universitaria y tomar las mejores decisiones posibles, podemos cometer errores pero siempre vamos a trabajar con las mejores intenciones”, dijo.

Reconocimientos

Y como las personas son el centro del accionar de la Universidad de Tarapacá, se efectuó un reconocimiento a académicos, estudiantes y funcionarios de gestión en diversos ámbitos. Junto con ello, se distinguió a los primeros Profesores Eméritos de la historia de la Universidad: Dra. Victoria Espinosa Santos, Dr. Arturo Flores Franulic y Luis Tapia Iturrieta, estos últimos, ex rectores de esta Casa de Estudios Superiores.

Al respecto, la académica Liliana Hernández, fue destacada por 50 años en la Institución: “Jamás pensé que iba a estar toda mi vida en la Universidad, que ha sido como mi segundo hogar. Estos 50 años son mi vida entera, la edad de mi hija mayor, con altos y bajos, pero con momentos en que todo se compensa y ha sido maravilloso. Hoy me siento realizada en la coordinación de proyectos académicos, aunque también haciendo clases de matemáticas y cálculo, ya que el contacto con los estudiantes, aunque sea virtual, me revitaliza”.

Para la académica Victoria Espinosa, que recibió la distinción como Profesor Emérito, el reconocimiento la sorprendió gratamente: “Me emocionó, pues me hizo recordar desde que ingresé a la UTA, de la que fui parte fundadora. Hoy es un orgullo ver esta tremenda Universidad, lo que ha crecido y se ha consolidado. Como profesora encuentro alumnos en todas partes, porque fueron muchos y siempre se acuerdan; realmente creo que contribuí en algo a la sociedad con eso”.

Arturo Flores, ex Rector, también distinguido como Profesor Emérito, manifestó que es una satisfacción estar presente en los 40 años de existencia de la Universidad. “Yo los tengo todos porque soy fundador de esta Universidad y he tratado de hacer las mayores contribuciones. La veo como una Institución potente que se conoce en el concierto nacional y en la macro zona centro sur andina”.

En tanto, Bernardo Arriaza, del Instituto de Alta Investigación, distinguido como uno de los académicos destacados por su capacidad de trabajo, dedicación y un alto compromiso alineado con los objetivos estratégicos planteados por esta Casa de Estudios Superiores, señaló que es un honor recibir esta distinción. “Sin duda, lo que uno hace es con mucho cariño y pasión, porque generar una vinculación con la investigación y además difundir el conocimiento es parte de lo que me motiva, así que agradecido porque las autoridades nos dan este honor”.

Por su parte, Daniela Bedoya, alumna con la mejor nota de la Facultad de Ciencias Agronómicas, fue una de las asistentes premiadas. “Estoy agradecida de Dios que me hayan dado esta condecoración”, señaló.

Invitados

El Senador José Miguel Inzulza, autoridad invitada a este acto aniversario, destacó que ésta es una de las universidades regionales más prestigiadas del país, porque se ha desarrollado y posee una alta producción científica “es un gran momento en este aniversario hacer un balance y programar temas futuros”, indicó.

El Gobernador Regional, Jorge Díaz, manifestó estar muy contento de acompañar al Rector y comunidad universitaria en este nuevo aniversario, indicando que “es un gran orgullo tener a una institución como la UTA, que cada vez se valida más con el medio, al enfrentar nuevos desafíos en beneficio de la región, no tan solo con la creación de nuevas carreras, que son muy necesarias, sino que también a la vanguardia de la innovación y la competitividad”.

Zenón Alarcón, integrante del Consejo Regional, dijo que es muy significativo ser parte de esta casa de estudios donde fue dirigente estudiantil. “La UTA ha crecido mucho y es un agrado de colaborar en este círculo virtuoso y en los desafíos que vienen”.

El broche de oro fueron la música y el baile junto a los prestigiosos elencos BAFUT y CINUT quienes en un ensamblaje único presentaron obras inéditas del profesor Manuel Mamani. Mención aparte fue el CORO Universitario dirigido por el profesor Miguel Platero Galarce, quienes interpretaron piezas de Antonio Vivaldi y el Va Pensiero de Verdi.

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