Ante un auditorio de académicos que copó gran parte del Aula Magna, el candidato a rector, Dr. Emilio Rodríguez Ponce, presentó su programa que denominó “”Perspectiva de Desarrollo Estratégico de la Universidad de Tarapacá, en el marco de la candidatura a Rectoría 2018-2022”, período para el que prevé se deberá realizar un trabajo con mucho esfuerzo, disciplina y unidad, ante el evento que se vienen tiempos extremadamente difíciles para esta casa de estudios, así como para las restantes universidades estatales.
Conjuntamente con ello enumeró una serie de ideas para llevar acabo, como consolidar la sede Iquique, avanzar en una oferta estructural internacional, también en una universidad vespertina estructural, consolidar efectivamente un descentralización, profesionalizar la universidad, educación continua virtual y reforzar la vinculación con el medio productivo.
La presentación del candidato, que se realizó a las 18 horas del miércoles 21 de marzo, estuvo a cargo del académico patrocinador ante el TRICEL, Dr. Alfonso Díaz Aguad. La elección está programa para el viernes 6 de abril próximo, según acuerdo de la Junta Directiva.
Entre la gran cantidad de académicos presentes se encontraban el rector Dr. Arturo Flores; los vicerrectores Académico y de Administración y Finanzas, Dr. Sebastián Lorca y Mg. Álvaro Palma, respectivamente; otros directivos, y decanos.
Rodríguez Ponce, comenzó su exposición con un análisis de la situación de la educación superior en América Latina y en Chile, una realidad que dijo, es particularmente preocupante por lo que viene al alero de la nueva legislación actualmente aún en trámite.
DESERCIÓN Y TITULACIÓN OPORTUNA
En ese contexto, dijo que un tema para la UTA es la consolidación del sistema de medición de la calidad del pre-grado, donde un gran punto esencial a resolver es la deserción y la titulación oportuna.
-“Cada vez que un chico no se titula, antes si se demoraba 7 años recibíamos los 7 años, pero ahora si la carrera dura cinco años, vamos a recibir solo esos cinco años, si se demora más, es decir, si al sexto año sigue estudiando la Universidad asumirá el costo”, explicó.
En ese mismo orden dijo que el otro preocupante es la deserción: “A nosotros se nos va el 20% de los estudiantes el primer año y se nos va el 50 por ciento al final del ciclo, y eso lo tenemos que cambiar radicalmente. Esto va a significar un tremendo esfuerzo, y vamos a tener que hacer un conjunto de redefiniciones internas con estándares nacionales”, sostuvo.
Luego manifestó que perciben que se vienen tiempos extremadamente difíciles, como lo fueron el año 94 cuando la institución no tenía recursos para sostenerse, pero fue capaz de sortear con éxito, con una buena gestión esos tiempos. “Nosotros creemos que también hoy vamos a sortear con una buena gestión estos desafíos, pero una buena gestión tiene que ser y sustentarse en lo colectivo. No basta lo que haga el rector, porque donde se produce el proceso educativo es en las aulas, y si en las aulas nosotros no mejoramos, entonces vamos a seguir teniendo las deserciones que tenemos”, precisó.
Agregó que “si no somos de capaces de incorporar la educación virtual para cubrir mercados en Perú, por ejemplo, no va a pasar nada”.
ESTABILIDAD INSTITUCIONAL
De ahí que planteó que el primer compromiso está en la estabilidad institucional. “Nosotros queremos garantizar estabilidad, en el empleo, en lo que hemos ganado hasta ahora, en los recursos que tenemos hasta ahora, en la asignación de exclusividad, eso debiera estar garantizado en la gestión. Y digo esto porque no está garantizado”.
Manifestó la necesidad también de pasar a la planta a los académicos a contrata. Ahora son 50 a 55 personas, pero al cabo del próximo año móvil “nosotros debiéramos tener a la totalidad de nuestro cuerpo académico en la planta”.
Dos compromisos a los que se hay que responder en cortísimo plazo, pero además “debemos avanzar en jerarquización y en re-encasillamiento en los próximos años. La comunidad no puede seguir esperando ocho más, diez años más, algunos de nosotros podemos, porque somos profesores titulares o asociados, pero los que están en las categorías más más bajas, instructores, asistentes, no van a esperar diez años más, y tampoco es justo que lo hagan, por lo tanto tenemos que generar en los primeros dos años resultados suficientemente satisfactorios, de lo contrario se deteriora el ambiente, y eso no es bueno para los desafíos que vienen”.
CONSOLIDACION DE 7 DOCTORADOS
Para esos y otros desafíos que se vienen para la UTA, dijo que “si no configuramos una estructura académica fuerte, vigorosa, unida cohesionada, en los próximos años, entonces vamos a tener dificultades de cogobierno, vamos a tener dificultades de ajustes a los estándares mínimos con las leyes y vamos a tener dificultades de sustentación institucional”, de ahí su llamado a trabajar unidos por una tarea común, seguir el camino de la UTA en los últimos años, y avanzar con eficiencia, eficacia y calidad para la consolidación de 7 programas de PH.D.; consolidación de publicaciones WoS/Scopus en nivel de 360 por año; consolidación de sistemas de gestión de calidad de pregrado (bajar la deserción, aumentar la titulación oportuna y mejorar la inserción laboral); y redefiniciones internas con estándares nacionales.
De esa manera, dijo, se podrá enfrentar con éxito el próximo proceso de acreditación, que ya no será separado entre la institución y las carreras, sino que será uno solo, mucho más exigente. “Un par de carreras que no acrediten será de gran costo para la Universidad en su conjunto”, aseveró.
Con todo, finalmente su mensaje fue optimista y esperanzador, de que será posible seguir construyendo la mejor universidad estatal del norte, gracias a la calidad y compromiso de toda la comunidad universitaria.
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