Alumnos de la Carrera de Nutrición y Dietética de tercer nivel junto a la académica Paola Gazmuri Barrios, tecnólogo médico especialidad Laboratorio Clínico, Hematología y Banco de Sangre, realizaron durante los meses de junio y julio “Charlas de Prevención de las Enteroparasitosis y su vinculación con la alimentación sana”, dirigida a escolares entre segundo y cuarto básico de colegios particulares, subvencionados y municipalizados.
En esta actividad participaron 60 alumnos de la carrera, y fueron beneficiarios 250 escolares de diez establecimientos, entre los que se encuentran Colegio Andino, Abraham Lincoln, Colegio John Wall, Liceo Domingo Santa María, Escuela República de Francia, Escuela Tucapel, Escuela Rómulo Peña, Colegio Ejército de Salvación y Colegio Juan Pablo Segundo.
Los alumnos utilizaron diversas y entretenidas metodologías de enseñanza, que fueron desde el uso de papelógrafos, juegos, hasta pequeñas obras de teatro y de títeres, con la idea de que los pequeños pudieran entender de mejor forma la importancia de prevenir estas afecciones. Además enseñaron a los asistentes la importancia de comer sano, en especial a lo relativo a las frutas y las verduras, siempre y cuando se consuman bien lavadas o cocidas. También hicieron entrega de trípticos con la información sobre este tema, con la idea de que los infantes pudieran también socializar lo aprendido a su grupo familiar.
Las enteroparasitosis son enfermedades infectocontagiosas, que son más prevalente en los niños en edad escolar, sobre todo en los más pequeños, ya que no tienen internalizadas las medidas higiénicas que permiten evitar el contagio con los diversos parásitos que se tramiten por vía oral.
Este tipo de parasitosis cursan habitualmente de forma asintomática o con escasos síntomas inespecíficos, por tanto generalmente no son diagnosticadas, sin embargo pueden afectar a los portadores en edad escolar alterando su desarrollo físico y mental, por lo que es importante realizar exámenes y educar sobre su prevención.
La educación sanitaria y el diagnostico sistemático de estos agentes en los niños, permite disminuir la incidencias de ellos reforzando simples hábitos de higiene, como el lavado de manos después de ir al baño y antes de comer los alimentos, así como el correcto lavado de frutas y verduras antes de consumirlas. Todas acciones vitales para impedir el desarrollo y contagio de las enteroparasitosis.
