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Rodrigo Barría (der) y Rafael Carmona( izq), junto a sus esposas Anais y Fabilia, y la jefa del proyecto, Dra. Pilar Mazuela (al centro). |
El primer embarque de tomates cherry, producto de un proyecto de extensión académica de la Universidad de Tarapacá que se realiza en el Valle de Lluta, se fue a supermercados de Santiago en septiembre pasado, poco antes de Fiestas Patrias.
Como jefe del proyecto se encuentra la ingeniera agrónomo y académica, Dra. Pilar Mazuela Águila, quien está trabajando con la empresa agrícola Rodrigo Barría, en un terreno de 1.200 cuadrados que dispone la UTA en dicho valle.
La particularidad es que Rodrigo Barría es un joven ingeniero eléctrico venezolano, quien está al frente de las faenas junto a su amigo y compatriota Rafael Carmona, ingeniero agrónomo, los que junto a sus también jóvenes esposas se vinieron a Chile en busca de mejores posibilidades de desarrollo profesional. La esposa de Rodrigo, Anais Carmona, es ingeniero químico, y la de Rafael, Fabiola Molina, es ingeniero agrónomo. Así, los cuatro aportan con sus conocimientos en un emprendimiento para ellos hasta hace algunos meses totalmente desconocido, porque si bien Rafael es agrónomo, su especialidad es la zootecnia y en Venezuela siempre había trabajado en la parte avícola.
Lo otro es que el sistema es de cultivo sin suelo, sin aplicación de pesticidas, utilizando exclusivamente agua del río Lluta. Vital elemento que se entrega a la planta, empotrada en mangas o sacos de cultivo, a través de un sistema de fertirriego.
Un desafío que a ambos jóvenes les ha demandado trabajar desde mayo durante todo el día, todos los días de la semana, mientras sus esposas les apoyan principalmente con la parte logística, proveyéndoles de insumos y la alimentación.
PROYECTO
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Los dos jovenes profesionales venezolanos en plena faena en el invernadero de 1.200 metros cuadrados que tiene la UTA en el Kilómetro 19 del valle de Lluta. |
La jefa del proyecto, Pilar Mazuela, destacó que este tiene tres componentes: investigación, extensión y productivo-comercial.
La idea, dijo, desde el punto de vista de la investigación, es desarrollar un sistema que permita hacer un cultivo bajo las condiciones del valle de Lluta. “Donde nosotros no estamos haciendo ningún tipo de tratamiento al agua, sino trabajando con lo que tenemos. De tal manera de evitar más contaminación sobre el río. Es decir, se usa el agua del río Lluta, se estudian cuáles son sus componentes y por diferencias se aplican cuales son los nutrientes que necesita la planta”.
De esa manera, agregó, van todas las semanas viendo cuál es el consumo de nutrientes que ha tenido la planta, se va ajustando esa cantidad. Por ejemplo, la referencia dice que el aporte debe ser de 10 miliequivalente de nitratos, ellos aportan 5, porque la planta habla sola y de lo contrario se les saliniza mucho la disolución nutritiva y esto genera un envejecimiento prematuro en la planta que significa menor producción por menor calibre o calidad del fruto. “Lo que nos interesa es que tenga producción, que tenga tomates, es decir, finalmente que tenga lo que necesita el productor, que vive de esto. La idea es ajustar lo mejor posible a bajar los costos de producción y maximizar la productividad”.
Además, explicó, que también es un proyecto de extensión, porque una vez que tengan resultados de cómo deben manejar este cultivo, quieren transferir este conocimiento a los agricultores del valle, para que ellos puedan efectivamente trabajar con el agua del río Lluta sin necesidad de hacer algún tipo de tratamiento.
Así también están contribuyendo con la empresa agrícola Rodrigo Barría, a trabajar directamente con productores que viven de este cultivo. “Tenemos los números, podemos hacer investigación, podemos dar recomendaciones y podemos hacer extensión con el resultado de este proyecto. Y, por otro lado, ellos pueden también ganar su sustento, porque la idea es que en estos 1.200 metros cuadrados ellos puedan vivir con la producción de estos tomates”.
Proyecto en que la Universidad pone el terreno, provee el invernadero, el sistema de fertirriego y el agua, mientras la empresa agrícola se encarga del costo del establecimiento del cultivo, las plantas, insumos y mano de obra, la cual después deberá entregar los datos de producción, calidad y rentabilidad para la realización de Días de Campo para traspasar ese conocimiento a los agricultores.
Cultivo que comenzó a principios de mayo y que desde septiembre está en plena producción, la cual esperan se prolongue hasta fines de diciembre.
AGRADECIDOS
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Así recibieron el invernadero en mayo pasado, hoy invadidode tomates cherry. |
Rodrigo Barría está muy agradecido de todo el apoyo que les han brindado en Arica y en Chile, especialmente de la Universidad de Tarapacá y de la Dra. Pilar Mazuela.
De esta experiencia dijo: “Como ingeniero electricista mi experiencia era cero en esto, por lo que ha sido un verdadero reto, muy bonito. El hecho de poder crear vida de esta manera, de sembrar una planta hasta verla ahora con frutos es muy satisfactorio. Un trabajo difícil, porque partimos desconociendo todo, pero hemos sido muy bien asesorados y nos hemos aplicado en buscar la información necesaria para que esto resulte. Lo más difícil ha sido lidiar con el agua de aquí, que es bastante alcalina y mucha concentración de sales y boro, lo que se refleja en las hojas de la planta. Sin embargo, con el equipo que tenemos, hemos buscado la manera de adaptar la nutrición del agua para estas condiciones y hasta el momento hemos obtenidos resultados muy buenos”.
Por su parte su amigo y compatriota, Rafael Daniel Carmona, junto con agradecer también a la UTA y a la Dra. Mazuela, manifestó: “Una experiencia indiscutiblemente nueva a pesar de que soy ingeniero agrónomo, pero en mi país obtuve el título en mención zootecnia y siempre trabajé en el parte avícola. Pero es un reto bastante bonito, porque nosotros vinimos en busca de una oportunidad, en busca de emprender, sin miedo. Aquí estamos, tratando, como es mi caso, de traspolar los conocimientos que traigo de la producción animal para llevarlos a lo que es la producción vegetal. Y para ser la primera vez, estamos obteniendo un producto de calidad, un producto que no ha sido tocado por ningún pesticida, producto que ya se encuentra en los supermercados”.
Producción que se comercializa con los supermercados de la capital a través de la empresaria agrícola ariqueña, Estela Mamani.