Enseñar es una tarea compleja que demanda esfuerzo y responsabilidad, cree Díaz. Además agrega; “Lo que hace el perfil de un docente es tener características de liderazgo. Uno tiene que ser un líder frente al alumno”, dice quien posee más de 45 años trabajando en las aulas de la Universidad de Tarapacá.
Estudió en la Universidad de Chile, becado en el último año de su carrera en un programa de formación avanzada en Química lo llevó a trabajar en la sede universitaria de la ciudad de Arica por tres años. A los 25 años de edad y un mes de casado, tuvo que acostumbrarse a vivir en esta nueva ciudad.
“Para mí Chile llegaba hasta La Serena en ésa época”, contó. “Mi señora lloraba al principio”, confesó Claudio Díaz, que además el paisaje que dijo ver a su alrededor eran puros cerros pelados. Sin embargo, tras tres años de perfeccionamiento, se quedó definitivamente y tuvo 4 hijos, todos ariqueños.
“A los estudiantes les hablo de la responsabilidad, intento ser muy responsable con ellos, les hablo del respeto. Yo soy respetuoso con ellos”, dijo Díaz. Cree que su consecuencia y modo de actuar ha inculcado hábitos muy útiles para el desempeño profesional de sus alumnos. La responsabilidad, disciplina, el estudio constante y no desvincularse nunca de las asignaturas, son importantes para la carrera, aseguró.
“Siempre llego a la sala cinco minutos antes que empiece la clase. Estoy mirando el reloj, cuando da la hora, empiezo la clase. Al principio no hay nadie, llega un alumno, después todos los demás empiezan a llegar atrasados. Sin embargo, al cabo uno a dos meses veo más de la mitad del curso sentado en la sala, esperando que yo llegue. Eso me demuestra que los alumnos han ido adquiriendo ciertos hábitos”, contó.
Tras distintas experiencias, opina que le ha ido muy bien con los estudiantes. “Noto que los alumnos me creen, me siguen, me hacen caso, creen lo que yo les digo”, dijo. Por otro lado, una de las cosas que considera y le llama su atención es que algunos alumnos después de dejar la asignatura, dicen que lo extrañan.
Finalmente admite que el premio más enorme que siente haber recibido es contribuir a formar generaciones haciendo clases a sus estudiantes de primer año de la carrera.