Nicole González, alumna de primer año de la Carrera de Psicología de la sede Iquique de la Universidad de Tarapacá, fue tal vez una de las alumnas que más felicidad mostró al ser mechoneada por sus compañeros de cursos superiores.
Aunque fue casi lo típico, huevos y harina en la cabeza, y un dulce manjar en el cuello, ella lo disfrutó como pocos. Luego, su salida a pedir las monedas correspondientes para hacer la cuota requerida y recuperar su prenda, la grabadora que fielmente usa en las clases.
Para más de algún transeúnte iquiqueño esto pudo resultar chocante, pero cuando supieron que la misma alumna no quiso que hicieran diferencias con ella, las perspectivas cambiaron.
Entonces Nicole caminó tranquila y sonriente junto a su bastón, pidiendo monedas y viviendo una experiencia calificada por ella como inolvidable. ¿Por qué tendría que quedarse en una sala? Para ella éste fue un verdadero acto de integración, sin diferencias, las mismas que otras casas de estudios superiores fueron efectivas cuando quiso ingresar a estudiar para seguir creciendo en el plano del conocimiento, de la espiritualidad, de la sociabilidad.
Nicole es no vidente de nacimiento y es la mayor de dos hermanos, cada día se levanta a las seis de la mañana y toma la locomoción rumbo a la sede de la Universidad de Tarapacá, donde están las puertas abiertas para las oportunidades de quienes confían en un mundo mejor.
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