La Universidad de Tarapacá y los 46 años del Museo Arqueológico de San Miguel de Azapa

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Orígenes y desarrollo de este centro cultural y de investigación científica que cada año recibe más visitantes: en 2012 fueron 50 mil y este año superara los 60 mil

Concentra el mayor patrimonio cultural del área centro sur andina de Sudamérica. Guarda más de 60 mil registros con 9 a 10 mil años de historia del hombre en esta zona. Desde hace algunos años es centro de atención de investigadores de todo el mundo, atraídos por la riqueza tanto cultural como antropológica física que reúne, donde las momias de la Cultura Chinchorro ocupan un rol estelar. Estamos hablando del Museo Arqueológico de San Miguel de Azapa, (Masma) que el 27 de noviembre cumplió 46 años de existencia. Centro cultural y de investigación científica que se ha constituido además en uno de los principales atractivos turísticos de la región.

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Iván Muñoz, director del Departamento de Antropología; Mariela Santos, encargada del Museo y Gustavo Espinosa, registrador

Un poco de historia

Para el director del Departamento de Antropología de la Universidad de Tarapacá, Dr. Iván Muñoz Ovalle, del cual depende el Museo, este aniversario los sorprende en una etapa muy especial de su desarrollo, su historia comienza cuando un grupo de arqueólogos ariqueños, entre ellos Percy Dauelsberg y Guillermo Focacci, establecen las primeras secuencias arqueológicas y excavan sitios arqueológico emblemáticos de los valles y costa de Arica, cuyas colecciones son parte del patrimonio cultural del Museo Arqueológico San Miguel de Azapa, transformándose estos investigadores en los fundadores del museo, al alero de la entonces sede Arica de la Universidad del Norte. En la década del 60 se crea el Departamento de Antropología, con la participación de los investigadores anteriormente señalados y se contratan nuevos académicos con formación en etnohistoria y en antropología, quienes hacen interesantes propuestas de investigación a partir de nuevos modelos teóricos y metodológicos para el área andina; entre otros, orígenes del poblamiento, la importancias de la momificación artificial en los pescadores, problemáticas asociadas a la salud, el arte en los Andes, puesta en valor del patrimonio, interrelaciones e interconexión culturales de esta macroregión entre quienes habitaban en el altiplano, el valle y la costa. En este segundo grupo, Iván Muñoz, cita investigadores como Jorge Hidalgo, Mario Rivera, Tristan Platt, Luis Briones, Marvin Allison, Julia Córdova, además de investigadores asociados al Departamento de Antropología como Virgilio Schiappacasse y Hans Niemeyer. Posteriormente, en la década de los 80, se integra otra generación de arqueólogos que perdura hasta la actualidad como es el caso de Calogero Santoro, Vivien Standen, Bernardo Arriaza, Iván Muñoz, Juan Chacama, Héctor González, entre otros, los que hemos profundizado a través de estudios interdisciplinarios problemáticas que dicen relación con la adaptación del hombre al desierto a una escala más global y comparativa, en materia de teoría y método, utilizando para tales efectos las propias experiencias internacionales que se han obtenido a través de los estudios de doctorado alcanzados por dichos investigadores. A este equipo de investigadores, a partir de mediados de la década del 2000, se han integrado académicos en la línea de la antropología cultural, los que han venido a reforzar la formación de pre y postgrado en materias de docencia y a través de proyectos de investigación la línea Etnográfica. También en los últimos años se han integrado investigadores cuya línea de trabajo se centra en la profundización de la interdisciplinariedad a través de los estudios arqueométricos y sobre patrimonio.

De esa manera el museo ha sido y es el centro neurálgico del quehacer del Departamento de Antropología de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de la UTA, porque en los últimos años su labor se ha extendido -a través de convenios con otras universidades de Chile y el mundo- para seguir avanzando en la investigación antropológica de la macroregión andina.

Sin embargo, más allá de los hallazgos que nos ofrece la región desértica de Arica y Parinacota, es importante destacar las ideas que han permitido desarrollar proyectos que han traspasado las fronteras alcanzando impacto internacional, de cómo se deben estudiar las adaptaciones humanas en los desiertos en el mundo.

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Visitas en aumento

Que el museo es cada vez más reconocido en el país y el extranjero lo testimonian las estadísticas de quienes lo visitan: un poco más de 50 mil personas el año pasado, registro que este año ya va sobre los 60 mil. La mayoría turistas extranjeros y del centro y sur del país. De Arica y la región la mayoría de quienes lo visitan son delegaciones de estudiantes, para quienes la entrada es gratis, según informa su encargada, la ceramista Mariela Santos, quien también se conoce la historia y su desarrollo al revés y al derecho, fruto de sus más de 30 años de trabajo en este complejo patrimonial.

En tres salas

Junto a Iván Muñoz y el registrador del Museo, Gustavo Espinosa, Mariela Santos informa que del total de más de 60 piezas registradas, allí sólo se exhibe poco más del cinco por ciento, todo lo demás está archivado y guardado. Si algún día próspera el comentado proyecto del Gran Museo en Arica, se podrá utilizar este rico material patrimonial para exhibirlo al mundo.

Actualmente el museo se divide entres grandes salas. En la sala 1, la que dio vida al museo, el visitante observa una secuencia cultural con distintos momentos de la historia del asentamiento del hombre en esta región andina. Esta funciona en una antigua bodega de adobe, que fue adaptada y que afortunadamente ha entregado buenos resultados para mantener un ambiente favorable para la mantención de las piezas. Luego está la Sala Exposición de la Cultura Chinchorro, inaugurada en 2009, y que es una verdadera joyita, la cual impresionada incluso a los más exigentes visitantes de museos arqueológicos. Ahí se muestra el modelo de vida de los pescadores Chinchorro y su relación con la muerte, donde está la momificación como tema central. Finalmente, el Museo se complementa con la sala ubicada en la ciudad de Arica, Colón 10, que se le denomina Museo de Sitio porque exhibe al visitante un sitio arqueológico de momias chinchorro tal como fue encontrado. Este fue incorporado el año 2010.

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Logros y desafíos

Además, el Dr. Iván Muñoz señala que en torno al Museo hay una rica historia del desarrollo del Departamento de Antropología de la UTA, y el que describe a través de los siguientes grandes hitos logrados en estos 46 años, entendiéndose que el museo sintetiza una serie de actividades académicas, como la investigación, docencia y extensión, podemos mencionar los siguientes:

1. Constitución de un sistema de base de datos con la información de las colecciones almacenadas en los depósitos del Museo San Miguel de Azapa, que abarca 60 mil registros de material.

2.- El desarrollo de un sistema de salas de exhibición, que ha permitido la creación del Museo de Sitio Colón 10 y el Museo de la Cultura Chinchorro.

3.- Hallazgos claves en relación con los tempranos pescadores que poblaron el litoral, lo que han permitido proyectar internacionalmente las investigaciones sobre estas poblaciones.
4. Alta productividad científica, avalada por proyectos de investigación nacionales e internacionales financiados por organismos como CONICYT (FONDECYT), OEA, National Geographic, Discovery Channel, etc. Lo que se refleja en una serie de temas de relevancia internacional como: la muerte en los Andes, adaptación humana, momificación, orígenes, tráfico caravanero interregional, asentamientos, enfermedades, tecnologías, arte, etc.
5.- Creación de la revista Chungará, publicación sobre temas de la cultura andina, registrada en una serie de índices internacionales que la llevan a ser única en la región andina.
6. Creación de la carrera de Antropología y postgrado en Antropología (Magister y Doctorado, único en Chile) ambos programas acreditados por 6 años por el MIDENUC.

A futuro, como desafío están empeñados en sacar adelante el circuito arqueológico, a través de un proyecto FIC, que esperan prospere. Este circuito contempla el pucara de San Lorenzo, la aldea de Cerro Sombrero, el geoglifo de la huaca de Atoca, los geoglifos La Tropilla, el túmulo (huaca) que está en el centro del Cementerio de San Miguel, sitios que esperan poner en valor con el apoyo de recursos del Gobierno Regional, de la misma manera como avanzaron con la Sala Chinchorro y el Museo de Sitio de Colón 10.

Además poner la colección del museo a disposición global a través de la página web. Finalmente liderar en materia científica la materialización del Gran Museo Regional, que se viene discutiendo desde hace unos años.

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Celebración

Todo un quehacer tan intenso como apasionante que se ha desarrollado durante 46 años,

difundiendo por un lado el legado prehispánico de la región de Arica y Parinacota, y por otro, desarrollando una extensa y prolífica labor de investigación, que ha permitido obtener información científica de las evidencias materiales de nuestros milenarios antepasados, dejando de manifiesto el desarrollo tecnológico, económico, social y cultural que alcanzaron los diferentes grupos humanos que habitaron esta región.

Motivos suficientes para celebrar como corresponde este 46º aniversario y para lo cual para el viernes 29 prepararon un actividad cultural denominada “Una noche en el museo”, con invitación gratis a toda la comunidad para visitar el museo hasta la medianoche y escuchar los sonidos del viento con el grupo Sicuris de Huancané, con 14 zampoñeros interpretando magistralmente sus instrumentos, a partir de las 21:00 horas. Además, para la ocasión, se diseñó pantallas informativas para contar cómo los objetos hablan de quienes los realizaron y dan cuenta de las culturas que nos precedieron. Oportunidad inolvidable para encontrarnos con nuestro pasado, única e irrepetible.

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