Medicina inviste a sus primeros 24 futuros médicos

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Autoridades regionales, universitarias, médicos de la región y orgullosos padres asistieron a la ceremonia que entregó instrumentos de trabajo a los alumnos que ingresan a los campos clínicos.

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En una emotiva, simbólica e importante ceremonia, la Universidad de Tarapacá realizó la investidura a los alumnos de la primera generación de la carrera de Medicina.

Este ritual -propio de cada carrera que se realiza previo a las prácticas o ingreso a campos clínicos- es una actividad que marca el inicio de una nueva etapa en la formación de los estudiantes en formación profesional, en este caso, de los futuros médicos, donde los alumnos de tercer año inician su ciclo clínico con actividades prácticas en recintos asistenciales de salud en contacto con los pacientes.

Con un Aula Magna repleta de orgullosos padres y familiares, diferentes actores regionales, encabezados el Rector de la Universidad de Tarapacá, Emilio Rodríguez, por la Intendenta María Loreto Letelier y el Senador José Durana Semir, quienes se dieron cita a esta actividad, la que se realizó por primera vez en la Escuela de Medicina, marcando un precedente para las futuras generaciones.

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En la ceremonia, el jefe de carrera, Dr. Pedro Hecht López, resumió la importancia histórica de la iniciación de los estudiantes en un nuevo ciclo de aprendizaje dentro de los campos clínicos, tanto en el hospital como en los centros de atención primaria, destacando que “la profesión médica más allá de los aprendizajes disciplinares, las técnicas y el método clínico, exige una vocación permanente de servicio público con indisoluble apego a la ética profesional. Esta vocación debe ser la fortaleza que ensambla la nave del estudiante de medicina y la ética debe ser el timón que lo dirija por buen rumbo, así también las virtudes serán sus armas. Recuérdenlas siempre: Justicia, fortaleza, templanza y prudencia, ellas les ayudarán a no rendirse o renunciar ante los problemas que aparezcan en su vida personal y profesional”.

Finalmente el médico reflexionó junto a los presentes que “la historia de nuestra universidad los hace ser la primera generación de estudiantes de Medicina”, una hermandad que ingresa al ciclo clínico de la Carrera y que puede aprender en el hospital y los consultorios del mejor de los libros, “el paciente” quien con su historia de vida y padeciente de su historia de la enfermedad consolidará los conocimientos aprendidos en las asignaturas cursadas. “Este aprendizaje requerirá un gran esfuerzo y estudio personal día a día por el resto de su vida profesional, ya que, la velocidad de generación del conocimiento actualmente nos impulsa a ser más sus guías que sus profesores, siendo ustedes el centro del proceso enseñanza aprendizaje, donde valga la redundancia “es indispensable aprender a aprender (…) El solemne acto que hoy nos reúne, simboliza y origina un nuevo rito en nuestra Escuela, acudimos por ello a Apolo, Asclepio y Panacea, a Galeno y los maestros de nuestros maestros, para que guíen el camino de nuestros estudiantes de medicina en el ciclo clínico, pero sin olvidar alumnos que: “se encuentra lo que se busca y se busca lo que se sabe

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