Concurso Anillo ANID: UTarapacá lidera proyecto de $660 millones para impulsar la adaptación de la agricultura en zonas híper-áridas

Compartir en facebook
Compartir en twitter
Compartir en whatsapp
La propuesta aborda uno de los desafíos más urgentes para la sostenibilidad del país: el desarrollo de sistemas agroalimentarios capaces de adaptarse al cambio climático y la escasez hídrica. Donde la región de Arica y Parinacota, al estar ubicada en la cabecera del desierto más árido del planeta, ofrece un paisaje único en el mundo para estudiar la agricultura bajo condiciones extremas.

La Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) dio a conocer los resultados del concurso para Anillos de Investigación en Áreas Temáticas Específicas 2025, donde la Universidad de Tarapacá (UTA) se adjudicó el proyecto “Sistemas Agroalimentarios Resilientes: Integración Tecnológica y Patrimonial para el Desarrollo Sostenible en la cabecera del Desierto de Atacama”, que implica un financiamiento de $660 millones durante sus tres años de ejecución.

“Adjudicar este proyecto es un gran logro para nuestra Universidad, no solo porque contamos con un equipo de alto nivel académico interdisciplinario para su ejecución, sino también porque podremos avanzar en el desafío de combinar las tecnologías emergentes con las tradiciones ancestrales y el desarrollo equilibrado con el medio ambiente”, compartió el académico de la Facultad de Ingeniería y director del proyecto, Dr. Cristóbal Castro.

El proyecto será ejecutado por la UTA como institución beneficiaria, junto a la Universidad de Chile como institución asociada. El equipo de investigación estará conformado por la directora ejecutiva y académica UTA, Dra. Elizabeth Bastías; los investigadores principales y académicos UTA, Dr. Atul Sagade y Dr. Amir Karbassi, junto con el académico de la U. de Chile, Dr. Luis Morales; y los investigadores asociados UTA, Dr. Camilo Riveros, Dr. Luis R. Cisterna, Dr. Wilson Huanca y Dr. Manuel Barraza.

A su vez, el consorcio incluye la colaboración estratégica con instituciones como UC Davis en Estados Unidos, la Universidad de Buenos Aires y el Instituto de Hidrología de Llanuras en Argentina, Università di Trento y el Centro Agricoltura Alimenti Ambiente en Italia, la Universidad de Talca y empresas tecnológicas como WAKI Labs, UltraCropCare, SolarTrust, Tuniche, LIA Solution & Technology y ConcordiaCoop.

La propuesta busca abordar el desafío de desarrollar sistemas agroalimentarios capaces de adaptarse al cambio climático y la escasez hídrica, mediante la integración de innovación digital, conocimiento climático y prácticas agroecológicas ancestrales, estructurando su trabajo en tres grandes líneas de investigación: 

1) Gemelo Digital y Agricultura de Precisión: Diseño y validación de un ‘Gemelo Digital’ para agricultura en invernadero, una herramienta que integrará inteligencia artificial para modelar variables como temperatura, humedad, radiación, riego y crecimiento vegetal. 

2) Dinámica Climática e Integración Meteorológica: Desarrollo de proyecciones climáticas de alta resolución mediante modelos de downscaling, SIG y teledetección para identificar zonas agroclimáticas, potencial de cosecha de niebla y sitios óptimos de energía.

3) Conservación del Germoplasma y Patrimonio Agro-Cultural: Documentación, evaluación y mejoramiento de cultivos nativos como el tomate Poncho Negro, el maíz Lluteño y la alfalfa Alta Sierra, junto con recuperación participativa de saberes tradicionales y desarrollo de protocolos comunitarios de conservación. En esta línea, cabe destacar las prácticas de las comunidades Aymara y agricultores familiares que durante siglos sostuvieron la producción agrícola bajo condiciones extremas, permitiendo preservar las variedades mencionadas.

Otro de los principales desafíos del proyecto es desarrollar un trabajo multidisciplinario y la formación de capital humano avanzado, donde la iniciativa contempla la formación de dos investigadores postdoctorales, tres estudiantes de magíster y seis estudiantes en tesis de pregrado, que se integren a una de las tres líneas de investigación, junto con la organización de escuelas de verano interdisciplinarias, bootcamps y cotutorías internacionales.

En esta línea, la académica de la Facultad de Ciencias Agronómicas UTA y directora ejecutiva del proyecto, Dra. Elizabeth Bastías, comentó: “Uno de los puntos más importantes es formar el recurso humano en el área de la tecnología y de la agricultura patrimonial, en eso se van a formar estudiantes de pregrado y postgrado, tanto del magíster que se va a iniciar en Agronomía como en Ingeniería (…) Yo creo que la universidad, a nivel país, va a estar muy bien posicionada en cuanto a la capacidad para trabajar realmente todos los aspectos del cambio climático que nos están afectando a nivel mundial”.

Cerrar menú
X