Amplia participación en la primera versión del Bootcamp “DESAFÍA-Tech”

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El evento buscó entregar a los participantes herramientas claves para transferir conocimiento, generar soluciones tecnológicas, y desarrollar investigación aplicada al entorno socioeconómico.

El consorcio Ciencia e Innovación 2030, conformado por la U. de Tarapacá, U. Mayor, U. de Atacama y U. Autónoma realizó la primera versión del Bootcamp “DESAFÍA-Tech”, un evento diseñado para estudiantes, académicos y exalumnos quienes durante dos jornadas participaron de charlas y talleres para convertir sus ideas en soluciones innovadoras. 

El primer módulo fue realizado por la ingeniera en Biotecnología, Samanta Elgueta, quien se desempeña como consultora en innovación, emprendimiento y transferencia tecnológica, quien en su charla abordó de manera integral los fundamentos y estrategias claves para fomentar la innovación y la colaboración entre la academia y el sector empresarial.

Dentro su presentación, Elgueta mostró “conceptos que son importantes al momento de querer transferir los desarrollos, las tecnologías que están generando en sus investigaciones al mercado, conocer los riesgos, ciertas estrategias que puedan existir, mecanismos contractuales que puedan ir generando, identificar cuáles son los actores con los que se tienen que vincular y colaborar en virtud de lograr este objetivo de transferir el conocimiento que están generando dentro de la institución y que logre tener un impacto en la sociedad”.

En este mismo sentido, la Dra. Libertad Carrasco, académica y representante de eje de vinculación con el entorno socioeconómico del consorcio en la UTA, apuntó que este tipo de actividades contribuyen a que “la academia y los estudiantes se involucren en los continuos desafíos que presenta el sector productivo, contribuyendo, transfiriendo conocimiento y soluciones innovadoras a sus problemáticas. La colaboración que se puede dar entre la academia y el sector empresarial es clave para impulsar el crecimiento económico, la innovación y la competitividad en una región”.

Precisamente, parte del compromiso de las instituciones que conforman el consorcio busca tener en cuenta la visión de los sectores no académicos como la industria, los sectores productivos y las necesidades locales de los territorios. “Entendiendo las necesidades del sector empresarial, acercándose al empresariado para ver las iniciativas que salen desde la academia, ese enriquecimiento va a permitir un desarrollo a nivel país mucho más potente”, señaló la Dra. Annesi Giacaman, coordinadora de vinculación con el entorno socioeconómico del proyecto y académica de la U. Autónoma. 

Emerson Terrazas, egresado de la carrera de Informática de la UTA, manifestó que su interés por participar se debió a que busca “poder actualizar las metodologías, si estas siguen avanzando, si hay nuevas innovaciones, nuevas formas de establecer proyectos” agregando que “es muy importante que los alumnos sepan o conozcan el otro mundo que es el del emprendimiento”.

Estefanía Villarroel, estudiante de quinto año en Ingeniería Química Ambiental también participó de los talleres, donde comentó que “todo esto nos sirve para, en un futuro, ya que estamos desarrollando un proyecto con mi compañera de tesis, tomar las medidas para ver si esto lo podemos patentar antes de hacer una publicación. Por lo que el hecho de que nos hayan invitado a participar, o que se haya desarrollado este taller es súper importante para nosotros”.

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