“Nuevos hallazgos históricos y documentales ponen en relieve quiénes fueron los primeros españoles que se van a asentar en la costa, quebradas y en los oasis tarapaqueños. Además, estos datos indican que el actual asentamiento donde se encuentra Matilla, y lo mismo con el templo, son de mediados del siglo XVIII y no antes”, señala el Dr. Alberto Díaz, académico y director de Vinculación con el Medio de la Universidad de Tarapacá (UTA), quien inauguró -mediante una exposición histórica situada en el siglo XVII- las Primeras Jornadas Culturales de Matilla, actividad organizada entre el Club de Cachimbo Matillano, la Municipalidad de Pica y la UTA Iquique
La afirmación del investigador –que está avalada con documentos encontrados en el Archivo General de Indias de Sevilla, España- destaca el aporte de los primeros hispanos hacendados en Tarapacá (no los primeros exploradores), que se dedicaron a convertir la región en un verdadero nodo de conexión entre el centrosur andino mediante la distribución de diferentes productos agrícolas y pesqueros. “Esto significa que el oasis de Pica, Matilla y Tarapacá en general, estuvieron muy ligados a la política y a la economía virreinal desde inicios del siglo XVII”, indicó Díaz.
Frente a un público de más de seis decenas de matilllanos, el Dr. Alberto Díaz aseguró, además, que el pueblo de Matilla “ciertamente no se encontraba en el lugar donde ahora estamos”, llamando a los matillanos y matillanas a hacerse parte de su historia y analizar, con sus propios datos, el pasado de su región. En esa línea, el historiador señaló que “la UTA tiene una notable vinculación con el medio, lo que se traduce en una serie de talleres y seminarios en los cuales las y los profesores se vinculan con las comunidades locales activamente y se realizan acciones como estas donde el conocimiento se comparte.
En ese sentido, Jorge Moya, presidente de la comunidad quechua de Matilla y organizador de la actividad, señaló que “es sorprendente todo lo que se habló durante las Primeras Jornadas Culturales de Matilla. De alguna manera, nos despertó de nuevo una curiosidad sobre nuestra historia, sobre el lugar donde se emplazó el primer oratorio, y quedamos muy entusiasmados con seguir investigando sobre esta materia”, dijo.
Además de la clase del Dr. Díaz, las jornadas contaron también con las exposiciones “Cambios políticos y sociales en Tarapacá a comienzos del siglo XIX” y “De la Castañuela al Pañuelo: el Baile y Tierra en Tarapacá del siglo XIX”, dictadas por el Mg. Paulo Lanas Castillo y el Dr. (candidato), Jean Franco Daponte, donde se abarcó principalmente sobre los símbolos –como banderas y ritmos musicales- asociados a la independencia y lo criollo.
CALLE DAMIÁN DE MORALES
La actividad no solo funcionó como instancia de socialización de conocimiento, sino que, además, motivó a que un grupo de matillanos conversara con autoridades presentes para nombrar alguna de las calles de la localidad como “Damián de Morales”, uno de los primeros hacendados hispanos en Matilla de los que se tiene registro histórico.
“Damián de Morales fue uno de los primeros productores vitivinícolas pero, si bien su preocupación inicial de llegar a Matilla fue para establecerse en la producción de vino, también tuvo una participación fundamental en toda la política virreinal del siglo XVII. Esto significó que él asumiera roles como juez de minas en Arica y al sur de Arequipa, así como protectores de los indígenas en trabajo minero y frente a la producción agrícola. Asimismo, asumió como encomendero en Lluta, Azapa y Tarapacá por un par de años; fue juez en Atacama, articuló el comercio de pescados entre el litoral iquiqueño hacia los valles y el altiplano”, explicó el Dr. Alberto Díaz, quien también indicó que Morales fue uno de los primeros hispanos en tener esclavas y esclavos negros y articularse interculturalmente con población indígena, mestiza y afrodescendiente.
“Pensar que en ese tiempo Tarapacá era un lugar aislado, no era posible. Tarapacá, y en espacial los oasis de Pica y Matilla, funcionaban como un verdadero nodo conectado con Arica, Arequipa, Cuzco y Atacama”, asegura el académico de la UTA.
“Estas exposiciones que vimos son como haber leído una enciclopedia, llenas de nuestras costumbres y cultura que nosotros respetamos, pero no siempre conocemos desde su origen (…) Mi mamá me contaba de algunos antepasados, pero siendo jóvenes nunca nos interesamos y ahora, a esta edad, me vengo a informar. Esto me llena de orgullo porque Damián de Morales, de quien yo llevo su apellido, fue un visionario total”, concluye sobre la actividad María Morales Ramírez, matilla de 80 años de edad, quien asistió al evento.