La cruz, el principal símbolo del cristianismo, traída por los misioneros católicos en la conquista española, se ancla con profundidad y eficacia en la espiritualidad, el territorio, el calendario agrícola y la cultura ancestral de los pueblos originarios del norte de Chile. En homenaje a centenares de cruces vestidas colocadas sobre apachetas en cerros, quebradas y valles de la región de Arica y Parinacota, se desarrollan durante este mes diversos rituales y celebraciones en las llamadas fiestas de la Cruz de Mayo, revitalizando la identidad y los vínculos comunitarios.