Publican libro sobre tejidos en fibra vegetal de la cultura Chinchorro en la UTA

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Todo sobre la trama y fibra que acompañó a nuestros antepasados milenarios

Durante cuatro años, Mariela Santos Varela, encargada de conservación del Museo de la Universidad de Tarapacá en San Miguel de Azapa, trabajó en un Proyecto Fondecyt, abocándose a la revisión tecnológica de los objetos elaborados con fibras vegetales de la cultura Chinchorro, resultando un libro que detalla las técnicas de manufactura de faldellines y esteras de la colección arqueológica existente en esta casa de estudios superiores.

La autora del libro Mariela Santos Varela.

El libro “Trama & Fibra, Tecnología Temprana en Fibra Vegetal”, describe al estilo de un manual gran parte de los objetos tejidos en el periodo arcaico temprano de la Región de Arica y Parinacota; y es el resultado de un trabajo de investigación en faldellines y esteras que han quedado como vestigio de la cultura Chinchorro y donde se revisó la tecnología de producción que esta sociedad desarrolló por más de cinco mil años, produciendo tejidos en fibra vegetal.

El libro se originó en el proyecto Fondecyt N°1121102, liderado y ejecutado por la antropóloga física de la Universidad de Tarapacá, Dra. Vivien Standen, donde fue invitada a participar la encargada de conservación del Museo de San Miguel de Azapa, Mariela Santos Varela, autora del libro. Su enfoque fue el aspecto técnico de los tejidos elaborados con fibra vegetal hace ocho mil años, vale decir Chinchorro, Acha y los sitios tempranos en la costa de Arica, donde trabajó revisando minuciosamente los faldellines y cobertores púbicos, vestimentas usadas en las actividades domésticas para proteger el suelo, delimitar los espacios, soporte en las horas de descanso y protección de los infantes y niños.

“Durante cuatro años estuve trabajando con la gran mayoría de la colección arqueológica que la Universidad resguarda, y cómo fueron estructurándose estos objetos y variaron o se mantuvieron las técnicas de producirlos en más de cinco mil años. Revisé 153 esteras, 99 faldellines y alrededor de 20 cobertores púbicos, de los que recogí una variada cantidad de atributos en una base de datos Excel. Las técnicas fueron minuciosamente descritas y dibujadas, y cada una reproducida, quedando un muestrario de registro. Además se presenta el color y diseños que se aplica en esteras con bordados, pigmentos u óxidos de color, formando grecas o laberintos, cambios de puntadas, etc., que nos muestran a un grupo sensible en lo estético”, detalla Mariela Santos.

La relevancia de este registro e investigación es que no existe otro de este tipo, hay referencias académicas en publicaciones, pero no de esta forma detallada en que se muestran siete formas diferentes en la confección de un faldellín, con descripción y una gráfica que lo reproduce en el libro; lo mismo ocurre con las esteras.

“Cuando estaba trabajando estos objetos cada vez iba quedando más perpleja ante la belleza y la tecnología que desarrollaron personas que vivieron hace miles de años y me dije: no me puedo quedar con este conocimiento sin divulgarlo a las personas que más me interesan y que son los artesanos y artistas de la región, esto no puede quedar guardado para la academia”, enfatiza Santos, una especie de manual donde se enseña por pasos las técnicas encontradas, que permiten que en algún momento se puedan incorporar en el quehacer de las tejedoras de fibras de la región, las cuales podrían efectuar un rescate de este patrimonio maravilloso.

De igual manera se están llevando a cabo publicaciones para el mundo científico de dos artículos para ser presentados en revistas de corriente principal, que permitan dar a conocer al mundo los procesos culturales tempranos que se desarrollaron en nuestra región.

“El objetivo es permitir que nuestros artesanos y artistas del tejido en fibra vegetal, puedan retomar algunos de los entrelazados y puntos con que estos artesanos del pasado confeccionaron estas prendas que le sirvieron en la vida y en la muerte”, finaliza la autora.

El rector de la Universidad de Tarapacá, Dr. Emilio Rodríguez Ponce, indicó que es parte de los lineamientos estratégicos de la entidad estatal visibilizar el patrimonio arqueológico que se custodia, resguarda, estudia y expone en los museos, que ésta posee, tanto en proyectos de investigación como en publicaciones que divulguen lo que se efectúa al interior de la Universidad, con tal que la comunidad conozca su contexto y su historia. Destacó la labor realizada por la autora al alero del proyecto Fondecyt, que dio como fruto un bello libro con los detalles del trabajo de quienes hace miles de años existieron en nuestra región, dándole un sello único.

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